La hacés bien, y aunque te hierva la sangre
te encadenas para no llamar.
¿Cómo hacés? Conozco todos tus trucos,
pero aún así me das que pensar.
Te guardas el orgullo donde nadie
pueda dudar de que lo tenés.
Y así vas, sin perder el objetivo,
pidiendo dos cuando querés tres.
Te guardas el orgullo donde nadie
pueda dudar de que lo tenés.
Y así vas, sin perder el objetivo,
pidiendo dos cuando querés tres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario